Como persona golosa que soy, una de mis primeras dudas tras el diagnóstico fue: ¿ya no volveré a comer dulces?
Cuando se lo pregunté a mi endocrino su primera respuesta fue: «No, no puedes comer dulces.»
Creo que me vio tal cara de decepción que en seguida matizó. «Bueno, de momento no. Luego tendrás que ponerte más insulina si algún día quieres comer un trozo de tarta.»
De una respuesta a otra había gran diferencia y yo seguía sin tenerlo claro, ¿se pueden comer dulces?
La respuesta es: sí. Con las insulinas que tenemos actualmente, se pueden comer dulces. No hay que abusar, tiene que ser algo para momentos especiales, pero se puede. En realidad, no hay ninguna comida que esté prohibida para las personas que convivimos con diabetes tipo 1, lo que hay que hacer es tener cuidado de las cantidades que comemos y de no abusar de los «momentos especiales».
Los dulces tienen una gran cantidad de carbohidratos, y un pequeño trozo de tarta pueden ser muchas raciones. Además, si tiene mucho azúcar libre puede dar una subida muy rápida de la glucemia. Antes no existían las insulinas de acción ultrarrápida o rápida, por lo que solo se podían comer alimentos de índice glucémico bajo (éstos liberan la glucosa poco a poco) para evitar hiperglucemias.
Hoy en día, cuando controles cómo te afecta la insulina, cómo funciona tu cuerpo y, de vez en cuando, podrás comer dulces.
Hace unos días mi novio y su madre hicieron una tarta. Les encanta hacer repostería y de vez en cuando preparan algo. Había tenido un día muy estable en cuanto a mis niveles de glucosa, y la tarta tenía muy buena pinta, así que me permití el capricho de comer un trozo para merendar. Comí el trocito que os enseño en la foto de abajo, ¿cuántas raciones creéis que fueron?

Era una tarta normal, no llevaba ningún edulcorante especial. Tenía azúcar, sirope de arce, harina, huevo, nueces y mantequilla.
Calcular cuántos carbohidratos tiene un trozo de tarta no es nada fácil, sobre todo si comes fuera de casa. Acertar con una tarta casera es más fácil, puesto que sabes los ingredientes. Muchos de los dulces tienen glucosa de absorción rápida, por lo que la glucosa en sangre subirá rápidamente. No obstante, hay que tener en cuenta que si tienen muchas grasas, éstas ralentizan la absorción y hacen que la glucosa en sangre no suba tan rápido. Así que si llevan chocolate, queso o mantequilla, es probable que no te suba tan rápido el azúcar, aunque ésto dependerá de cada uno.
Para comerme ese trozo de tarta decidí pincharme en la tripa. Para mi hay una gran diferencia entre pincharme en la tripa o en la pierna. La absorción de la insulina cuando me pincho en la tripa es muy rápida. A la media hora tengo el pico de máxima absorción. Así que me puse insulina en la tripa y me comí la tarta. Para ese trozo de tarta me tuve que poner 3 unidades de insulina. Y eso teniendo en cuenta que me acababa de poner la insulina lenta toujeo, que a mi a la media hora de ponérmela me baja bastante el azúcar. Si no hubiera sido por eso, me tendría que haber puesto 4 unidades, porque ese trozo tan pequeño eran ¡¡6 raciones!! El trozo entero pesaba 85 gramos.
Y a pesar de comer el dulce, controlé bien la glucemia. Esta fue mi gráfica:

De hecho, controlé mejor la tarta que la comida de ese día (en mi caso me ayudó mucho la toujeo), pero estamos hablando de un día bastante estable.
A la hora de comer algún dulce no hay que abusar de las cantidades. Van a tener muchos carbohidratos, en general de absorción rápida, y pueden dar un pico inicial bastante grande. Cuánto menos comas, menos azúcar estarás introduciendo y tendrás menos riesgo de hiperglucemia. Si hay muchos problemas con subidas iniciales se puede cambiar el azúcar por algún edulcorante que no se absorba o se absorba más lento.
Podéis consultar con vuestro endocrino cómo tenéis que hacer para comer dulces, que os aconseje que zonas de inyección son mejores para vuestro caso y en qué momento inyectaros la insulina. Id haciendo pruebas con pequeñas cantidades (mi primera aventura con los dulces fue comer 20 gramos de roscón) antes de comer un trozo más grande. El momento de comer el dulce es importante también, algunas personas pueden controlar mejor la glucemia comiendo el dulce al final de la comida y otras comiéndolo sin nada más a mitad de tarde, cada uno es un mundo. Y sobre todo, que sea ocasional, abusar de los dulces no es bueno para nadie. Pero tranquilos, que los dulces no desaparecerán de vuestra vida.