Parto. Diabetes tipo 1

Y llegamos a la semana 37 de embarazo donde ya se considera un embarazo a término, es decir, si el bebé nace a partir de este momento ya no se considera prematuro.

Yo llegué hasta este punto sin demasiados contratiempos, aunque en este momento el principal inconveniente es que nuestra pequeña venía de nalgas y no había habido manera de que ella sola se girase para intentar un parto vaginal normal en posición cefálica.

Versión cefálica externa

En la semana 35 me realizaron una ecografía donde se podía ver que la nena seguía de nalgas. Como no parecía que se fuera a girar por si sola, me citaron en la semana 37 para realizar una versión cefálica externa en caso de seguir de nalgas. Esta técnica es una maniobra que realiza el ginecólogo a través de la tripa de la madre donde intenta girar al bebe desde fuera. Es una técnica segura que consigue que el bebé se gire en el 60% de los casos. No debería ser una técnica dolorosa, pero si molesta para la madre. Nos daba cierto reparo que nos hicieran esta maniobra, pero preferíamos esta situación que un parto de nalgas o cesárea directamente, así que accedimos a la cita.

No obstante, durante las dos semanas previas a la cita, intentamos realizar todo para ver si se giraba de manera espontánea. Estuve realizando ejercicio que favorecen la movilidad del bebé (en internet se pueden encontrar muchos videos donde indican qué ejercicios son adecuados), ponía música cerca del pubis para ver si quería acercarse a oír la música, incluso intentamos la moxibustión porque hasta nos lo recomendaron en el hospital. Nada funcionó.

El día de la cita para la versión, lo primero que hizo el ginecólogo fue explicarnos bien en qué consistía la técnica y que los riesgos eran mínimos. En algún caso raro podía provocar la rotura de la bolsa y eso desencadenar el parto, pero no era habitual.

Una vez explicada la situación, me realizó una ecografía. Pudimos ver que, efectivamente, seguía de nalgas. Exploró bien como estaba y vimos que tenía una pequeña malformación en el útero. Mi útero tiene forma de corazón (útero arcuato), es decir, hay un pequeño tabique en el centro del útero partiendo de la zona de arriba. Este tabique puede ser más o menos grandes, incluso puede llegar a dividir el útero en dos. En mi caso el tabique no es muy grande y no me ocasiona demasiado problema, pero la nena tenía la cabeza justo apoyada sobre el tabique por lo que girar hacia adelante era imposible físicamente. No obstante, el ginecólogo dijo que se podía intentar un giro hacia atrás para que el tabique no molestara.

He de decir que ya sabía que tenía el útero arcuato ya que me lo diagnosticaron cuando tenía unos 16/18 años (no recuerdo bien). Lo había comentado en todas las revisiones de ginecología, pero nadie le había dado mayor importancia ni tampoco me lo había mirado con detenimiento hasta este momento, pero bueno, la verdad que salvo esta situación no he tenido ningún problema por este motivo.

Una vez que determinó el ginecólogo cómo realizar el giro, me puso un montón de gel por la tripa. Lo primero que hizo fue desencajar el culete de la zona del pubis, y a continuación, con la otra mano, cogió la cabeza y fue moviéndola hacia abajo. La maniobra le costó un minuto aproximadamente y fue un éxito. La nena se giró y se quedó ya en esa posición. La verdad que a mi no me molestó a penas. Sí que noté el movimiento, pero tampoco fue doloroso, un pelín molesto, pero no mucho.

Después de realizar la maniobra me tuvieron monitorizando una hora el latido del bebé y posibles contracciones uterinas para comprobar que todo estaba bien y que no había iniciado el parto. Todo estaba perfecto así que nos mandaron a casa.

Parto inducido

Desde la semana 28, en todas las revisiones que he tenido realizaban ecografías y, entre otras cosas, estimaban el peso de la nena. Desde el principio estuvo en percentiles altos (sobre 90%). En la ecografía de la semana 37 (la que realizaron para la versión cefálica externa) el peso que estimaron había subido bastante, según esa ecografía, estaba en más del 99%. Estimaban un peso entre 3.5 y 3.7 kg. Hay que decir que esta técnica lleva un error asociado y que cuanto más grande es el bebe, más difícil es realizar la medida.

Evaluando la situación, me dijeron que lo más adecuado era inducir el parto la semana 38, para evitar que creciera mucho más y evitar posibles complicaciones. A mi no me hacía mucha gracia lo del parto inducido porque lo que te dicen que las contracciones son más dolorosas, pero la verdad es que llevaba ya un par de semanas muy incómoda y tampoco quería que saliera un bebe gigante, así que accedimos.

En la semana 38+2 me ingresaron para la inducción. Desde que me ingresaron hasta que nació la niña pasaron casi 48 horas justas, y hubo momentos bastante horribles, pero bueno, no todos los momentos fueron malos.

Las primeras 24 horas me estuvieron administrando prostaglandinas. Me las pusieron vía vaginal cada 4 horas, era como una especie de óvulo que me dejaban dentro de la vagina para que fuera haciendo su efecto. La idea era que provocara las primeras contracciones. Me avisaron que en primerizas normalmente hasta la cuarta/quinta dosis no suele hacer efecto, pero a mi me pusieron todas las posibles y yo no tuve ningún tipo de contracción.

Como no funcionó lo anterior, el segundo día del ingreso me dijeron que iban a proceder a una dilatación mecánica. Me colocaron una especie de globos dentro, uno entre el líquido amniótico y el cuello del útero y otro justo debajo. Hincharon estos globos 3 cm y la idea era que provocaran esta dilatación de manera física. Me dijeron que esto no daba contracciones y que al principio era muy incómodo y conforme el músculo iba dilatando la presión inicial disminuiría.

La colocación de los globos fue bastante incómoda y además luego te quedan colgando los cables que usan para hinchar los globos que tampoco ayuda a que estés más cómoda. Hasta este punto lo que más me había dolido habían sido los tactos para ver si había dilatación, la verdad es que es bastante desagradable. La colocación de los globos fue algo menos molesta, pero tampoco fue agradable. Me dijeron que los tendría puestos 12 horas.

Y las siguientes 4 horas fueron uno de los peores momentos del parto para mi, cuando llegué a la habitación me dio un bajón brutal anímico seguido de unas contracciones muy fuertes. Llevaba casi un día sin dormir porque las habitaciones donde nos dejaron eran compartidas y estuvimos con una pareja que roncaba horrores los pobres, y nosotros (mi pareja y yo) no pudimos apenas descansar. Además, cada 4 horas venían a poner un nuevo óvulo y media hora antes me hacían monitores para comprobar que el bebé seguía bien, así que no había descansado nada las últimas 24 horas. Por otro lado, la frustración de ver que eso se alargaba, el daño que me habían hecho, el pensar que mínimo 12 horas más antes de que empezara el parto como tal, etc. El caso es que se me juntó todo, me vino el agobio y me entró la llorera un rato.

Lo peor fue que esa llorera se me pasó porque dio paso al dolor. Se suponía que este método no provocaba contracciones, pero a la media hora de llevar los globos empecé con contracciones muy fuertes. No se si fueron los globos, si fueron las prostaglandinas que por fin hacían efecto, no lo se, pero el caso es que empecé a tener contracciones muy dolorosas. Yo las sentía muy fuertes y eran muy seguidas, casi cada minuto. Nunca me había retorcido de esa manera para soportar un dolor, horrible. Llamamos a la enfermera porque entre otras cosas me preocupaba que todo fuera bien con el bebé y le dije que si podía ponerme monitores que estaba teniendo contracciones muy fuertes. Fue a por los monitores, pero vi en su cara que pensaba que estaba siendo exagerada en cuanto a las contracciones. Sin embargo, después del monitoreo cuando vio la intensidad de las contracciones ya no dudó de mi. Los picos de contracciones eran igual de intensos que los del parto propiamente cuando estaba con la epidural. Me dijo que no podía hacer nada de momento, que lo único que podía hacer era moverme, o usar la pelota de pilates, o baños de agua caliente… pero que tenía que aguantar. Pasé unas cuatro horas horribles, pero después el dolor se fue atenuando y las contracciones se fueron espaciando. Empecé a tener contracciones cada 5/6 minutos y de un dolor bastante tolerable. Mi suposición es que en esas 4 horas se me juntaron todas las drogas que me había puesto y que una vez pasado el efecto había activado mi cuerpo y lo que sentía después eran contracciones naturales mucho más llevaderas. De hecho, pude dormir un rato y todo y me vino superbien para descansar.

Después de 8 horas más, llegamos a las 12 horas con los globos puestos y por fin llegó el momento de que me los quitaran. Sentí un alivio inmediato, que horror llevar eso ahí la verdad. La ginecóloga me examinó (en serio, el tacto para ver la dilatación es muy molesto, demasiado) y vio que había dilatado 4 cm, así que me dijo que avisaba a dilatación para bajarme ya a la zona de paritorios.

Una vez en paritorios, me estuvieron monitorizando una media hora y comprobaron de nuevo dilatación. Seguía con mis 4 cm, pero había disminuido el ritmo de las contracciones. Así que para favorecer que eso marchara me pusieron oxitocina y me rompieron la bolsa de líquido amniótico. La rotura de bolsa fue bastante incómoda y dolorosa, la matrona por un lado hace un tacto vaginal para coger la bolsa y con una especia de aguja la «pincha». En mi caso no lo conseguían y tuvieron que intentarlo varias veces hasta que al final se rompió. La rotura como tal no la noté, pero la manipulación de la bolsa para cogerla y «pincharla» no fue agradable.

A parte de la rotura de bolsa, también me pusieron por gotero oxitocina para favorecer las contracciones. Con ambas cosas pasé de tener contracciones suaves y espaciadas a tener contracciones muy intensas y seguidas como las que había tenido al ponerme los globos.

En cuanto vi que eso empezaba a subir de intensidad, pedí que me pusieran la epidural (ahora ya sí que podía). No tardaron mucho en venir a ponérmela, pero a mi se me hizo eterno. Por si no sabéis cómo va, para poner la epidural colocan un catéter en un punto concreto de la espalda y luego simplemente el analgésico te lo pasan por gotero. La colocación de ese catéter es delicada porque tiene que colocarse en un espacio muy concreto por lo que hay que estar muy quieta mientras se coloca. La anestesista empezó a colocarme el catéter entre contracción y contracción, pero el proceso se alargó y estaba teniendo contracciones muy seguidas por lo que me tocó aguantar un par de contracciones quieta mientras terminaba. Fue de las cosas más difíciles que tuve que hacer, que horror pasar esas contracciones quieta. Una vez puesta, no te dejan moverte ya de la cama y la epidural me tardó un rato en hacer efecto porque la primera dosis fue poca, así que pasaron unos 20/30 minutos hasta que me hizo efectos con unas contracciones horribles y sin poder moverme para pasarlas mejor. Me dolieron tanto que hasta vomité del dolor. Eso sí, pasada esa media hora, ya no tenía dolor y pude dormir mientras la oxitocina hacía efecto e iba dilatando. Tardé unas 5 horas en dilatar hasta los 10 cm. En ese momento las matronas me examinaron (ya los tactos no los notaba, todo un alivio), y me dijeron que era momento de empujar.

Los pujos (son como flexiones que tienes que hacer para ayudar a bajar al bebé por el canal del parto) fueron otro momento horrible, no tanto durante los pujos propiamente, sino las consecuencias de después porque durante los pujos no sentía dolor y no controlaba lo que hacía, pero del esfuerzo que hice me dejé el cuerpo machacado. No me hicieron pruebas para confirmarlo, pero estoy segura que me hice algún desgarro (o rotura de algún tipo) en varios músculos.

El bebé tiene que pasar como por cuatro planos imaginarios por el canal del parto y del segundo al tercero es el más complicado porque es el más estrecho. Bueno, pues yo estuve algo más de dos horas con los pujos sin éxito, no había manera de que la nena bajara al tercer plano así que mi parto acabó en quirófano ayudado de ventosas. Y eso sí, desde que me llevaron al quirófano hasta que nació la niña pasaron 10 minutos. Así que después de 48 horas ingresada en el hospital por fin podía ver la carita de mi peque.

Control de la diabetes durante el parto

Cuando me fueron a ingresar para la inducción, me dijeron que me llevara todos mis aparatos de diabetes: glucómetro, sensor, bomba de insulina, etc. todo lo que necesitara y quisiera usar. Me dijeron que mejor que yo no me iba a controlar nadie y que lo ideal es que siguiera vigilándome yo. Así que ahí estuve todo el proceso controlándome. Cuando me bajaron a dilatación, la ginecóloga me comentó que me podían poner allí una bomba quirúrgica y que los endocrinos les habían dejado un protocolo genérico para seguir en caso de pacientes con diabetes, así que teníamos dos opciones: o me controlaba yo o me aplicaban el protocolo genérico. La ginecóloga también me dijo que si me podía apañar yo, sería lo mejor.

La verdad que frente a esas dos opciones, elegí controlarme, además mi pareja sabe manejar todo igual que yo, así que el uno o el otro controlaríamos. No me daba ninguna seguridad que me ajustaron ellos la dosis después de lo que me dijeron. Mi pareja estuvo bastante pendiente de esto, porque la verdad es que yo tampoco estaba para mucho más, él me estuvo pasando el sensor cada poco rato, y entre los dos comentábamos si hacíamos alguna modificación o no, y en caso de hacerla, él se encargaba de usar la bomba de insulina. No sabíamos muy bien qué dosis iba a necesitar, pero preferimos que estuviera un poco más alta de lo normal que estar en hipo, porque en caso de necesitar remontar comiendo algo no se qué tal me podría sentar con la epidural. Estuve todo el proceso con la basal al 30%, y más o menos me mantuve sobre 120-130 mg/dL, hubo que poner algún bolo corrector, pero no gran cosa. Después de nacer la peque, empecé a subir un poco y cambiamos basal al 50% y aplicamos bolo corrector, pero en ese momento ya había nacido y ya no era la situación tan estresante.

Nacimiento

Al tener diabetes tipo 1, cuando nació la peque se la llevaron a neonatal para hacerle un control y vieron que nació con hipoglucemia, tuvo 33 mg/dL (me dijeron que en bebés se considera hipoglucemia por debajo de 45 mg/dL). Para remontar la hipo, le dieron dextrosa y pautaron biberón de fórmula al menos hasta asegurarse que regulaba bien los niveles de glucosa. Durante los dos días que estuvimos ingresados antes de irnos a casa la estuvieron midiendo la glucosa cada 3 horas haciendo capilares en el talón (la pobrecita se llevó unos cuantos pinchazos). Los primeros controles salieron justos (en torno a 50 mg/dL), pero no volvió a tener ninguna hipoglucemia y fue controlando ella sola la glucosa sin problemas.

Postparto

Estoy a una semana de acabar los 40 días de cuarentena postparto y aunque voy bastante bien, todavía tengo alguna secuela. Lo peor para mi del postparto fue todo el dolor muscular que se me quedó, todavía no estoy recuperada y tengo algunos músculos fastidiados, es probable que tenga que hacer alguna sesión de fisio de suelo pélvico para evitar que me quede alguna secuela.

La episiotomía que me tuvieron que hacer hizo que un punto se me cerrara por segunda intención y todavía sigue curándose, pero los demás están cerrados sin problemas.

En cuanto al control de glucosa no ha ido mal, aunque con la niña en casa no tengo mucho tiempo de analizar la nueva situación, así que cuando las cosas se tranquilicen espero volver a un mejor control. He vuelto a mi basal al 100% (la que tenía antes del embarazo), y he reducido algo los bolos aunque no se muy bien cuál es mi nuevo ratio porque lo hago a ojo total, a ver si me centro poco a poco para estar mejor controlada.

Fin del embarazo

Y después de nueve meses puedo tener a mi peque conmigo! Han sido nueve meses bastante buenos en general, exceptuando los dos últimos meses, lo demás lo he pasado sin problemas. He tenido más cansancio mental que otra cosa tanto por llevar un buen control como por toda la incertidumbre que te generas a ti sola pensando en que no haya ningún problema si alguno de los controles no sale tan bueno. Ahora ha empezado una nueva etapa que espero disfrutar un montón, aunque espero que con el tiempo tenga algo más de tiempo libre y pueda volver a analizar con detenimiento mi diabetes y dormir algo más…

2 comentarios en “Parto. Diabetes tipo 1

  1. Madre mía!! Pero como te hacen esa inducción?? Mis dos partos han sido inducidos y ni comparación….me pusieron el propess con los dos..es una tirita, con el primero tarde muchísimo en dilatar unas 8 horas pero con el segundo en 6 horas ya estaba de 6 cm, pero estaba en el primer canal del parto, y me levantaron la cama me pusieron como una reina sentada para que fuera bajando él por si solo, y en dos horas mi hijo ya había nacido. Con el primero me hicieron empujar 3 horas y al final con ventosa. Pero vamos eso de los globos…lo veo una salvajada. Me alegro que fuera bien al final. Por cierto di a luz de mi segundo hijo con hipoglucemia jejejje estuve bebiendo zumos y no paso nada menos mal!! Un abrazo enorme

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    1. Si, la verdad q lo de los globos no m gustó nada 😓 pero bueno, al final el resultado es lo importante. De todas formas, si vuelvo a quedarme embarazada intentare como sea que no lleguen a la inducción. Un abrazo! Gracias por contarme tu experiencia 😊

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